Tradición católica que ilumina el camino hacia la Navidad con un simbolismo profundo.
La Corona de Adviento, tradición emblemática de la Iglesia Católica, acompaña a los feligreses en su preparación para la Navidad. Este símbolo litúrgico se compone de un círculo de follaje verde, que representa la eternidad, y cuatro velas que iluminan los cuatro domingos previos al nacimiento de Jesús.
Tres de estas velas son moradas, un color que simboliza conversión y penitencia, mientras que una es rosada, representando el gozo que alivia la austeridad del Adviento. Al centro, el 24 de diciembre, se coloca y enciende una vela blanca, símbolo de pureza y de la llegada de la luz de Cristo al mundo.
El encendido de las velas sigue un orden específico: la primera morada se enciende el 1 de diciembre, la segunda el 8, la rosada el 15, y la tercera morada el 22. Finalmente, la vela blanca se enciende en la Nochebuena. Este acto simboliza la creciente presencia de Dios en la historia humana, culminando en la Navidad.
Aunque esta tradición es comúnmente observada con las velas moradas y rosada, en algunos países se usan todas rojas. Esto no cambia su significado: dar la bienvenida a Jesús como la luz que vence la oscuridad espiritual.
El uso de la vela rosada tiene un origen especial. Representa el «Domingo de Gaudete», un día de alegría en medio del periodo de penitencia, permitiendo que los fieles celebren con esperanza la proximidad de la Navidad.
Datos relevantes:
- Fechas para encender las velas de la Corona de Adviento:
- 1 de diciembre: Primera vela morada.
- 8 de diciembre: Segunda vela morada.
- 15 de diciembre: Vela rosada.
- 22 de diciembre: Tercera vela morada.
- 24 de diciembre: Vela blanca.
- En algunos países, todas las velas son rojas.