Descubre cómo describe la Biblia a los ángeles, seres celestiales llenos de misterio y poder, muy diferentes de las representaciones tradicionales.
En el imaginario popular, los ángeles son figuras de luz, con alas blancas y semblante sereno. Sin embargo, la Biblia y los textos religiosos ofrecen una visión mucho más rica y fascinante de estos seres celestiales. Lejos de ser simples mensajeros o protectores, los ángeles tienen características complejas que los sitúan como entidades únicas en la jerarquía celestial.
Querubines:
Los querubines, a menudo asociados con la inocencia y la dulzura, tienen un rol mucho más imponente en la Biblia. Descritos como guardianes del Jardín del Edén, son criaturas de cuatro caras —león, águila, buey y hombre— con cuerpos que combinan lo terrenal y lo divino. Estas criaturas son representaciones del equilibrio entre los mundos, capaces de inspirar tanto admiración como temor.
Malaj:
El término “malaj” se traduce literalmente como “mensajero” en hebreo, lo que refleja su función primaria. Estos ángeles, cercanos a la forma humana, no tenían alas según las escrituras originales. Fue a partir del siglo IV cuando los artistas comenzaron a agregarles este atributo para simbolizar su naturaleza celestial.
Serafines:
Los serafines son los guardianes de la santidad divina. Con seis alas y una conexión etimológica con las serpientes, estas figuras encarnan un misterio profundo y un poder sobrecogedor. Representan la dualidad de lo puro y lo peligroso, mostrando que lo divino puede ser tanto hermoso como imponente.
Ofanim:
Finalmente, los ofanim, descritos como ruedas llenas de ojos que sostienen el trono de Dios, son quizás las representaciones más enigmáticas. Estas criaturas simbolizan la omnisciencia divina y la perfección cósmica, situándose como los guardianes supremos del orden universal.
Nota destacada:
Aunque las representaciones populares de los ángeles se han simplificado con el tiempo, explorar las descripciones bíblicas revela un mundo mucho más profundo, lleno de simbolismo y conexión con lo divino.