El sector bananero ecuatoriano, pilar de la economía nacional, se encuentra en una situación crítica debido a una confluencia de factores adversos. Cortes de luz imprevistos, la propagación de la bacteria Ralstonia y la creciente amenaza del narcotráfico han puesto en jaque la producción y exportación de esta fruta.
Las pérdidas económicas son millonarias y el Gobierno ha sido instado a tomar medidas urgentes para enfrentar esta crisis. Adicionalmente, la industria bananera ha tenido que implementar costosas medidas de seguridad para combatir el narcotráfico, lo que ha incrementado sus costos operativos.
A pesar de estos desafíos, el sector se muestra resiliente y ha creado un comité de crisis para buscar soluciones a corto y largo plazo.