En un país donde el racionamiento eléctrico ha llegado a niveles alarmantes, con cortes de hasta 14 horas diarias, la Empresa Eléctrica Regional del Sur (EERSSA) ha decidido dar un paso más hacia la oscuridad y desconectar a los más vulnerables. En un acto de insensibilidad y desfachatez, la entidad continúa desconectando medidores de luz a personas de la tercera edad, a pesar de que el gobierno nacional anunció la suspensión temporal del cobro de las planillas de septiembre.
¿Qué mensaje envía esta empresa a la ciudadanía? ¿Que la solidaridad y la empatía son conceptos obsoletos? Mientras los ecuatorianos luchamos por sobrevivir a esta crisis energética, la EERSSA sigue demostrando su total desprecio por el bienestar de las personas. ¡Es hora de que las autoridades intervengan y pongan fin a este atropello!
Los adultos mayores, quienes han dedicado sus vidas a construir este país, ahora se ven obligados a vivir en la oscuridad, mientras la EERSSA se llena los bolsillos. Esta situación es inadmisible y exige una respuesta inmediata de las autoridades competentes.